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alberto báez munguía

El coleccionismo es anal, debería saberlo, la gente está dispuesta a coleccionar de todo, incluso tapones de Coca-Cola. Umberto Eco

Altares nace de una inquietud por conocer el interior de las casas circundantes a la mía para observar la manera en que las personas nos apropiamos de los objetos, al grado de crear un “teatro de objetos” que nos signifique o represente, ante nosotros y ante los demás, en tanto que refleja un orden simbólico y un sentido metafórico personal.

Al fotografiar los objetos como si fuesen altares, me interesa exponer la situación social y cultural de las personas que ahí viven a través de las construcciones, sean conscientes o accidentales, pues los objetos –además de ser símbolos de la nostalgia, de la memoria y de la personalidad de los sujetos–, reflejan una época -un tiempo-, a la que pertenecen tanto los objetos como las personas.

Asimismo me interesa enfatizar el orden de los objetos en las construcciones y la tendencia a la acumulación absurda como signos de un tiempo, ahora como sinónimo de duración, o sea, de la permanencia de las personas en el mismo lugar de residencia que, a través de los años trae como consecuencia dicho amontonamiento producto de la adquisición y del sentido de pertenencia de los objetos, aun cuando estos sean insignificantes y sin valor aparente alguno; resultando en la transformación y apropiación de los espacios íntimos.